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Boris de Selección

Publicado Miércoles, 31 de Julio de 2011

Boris de Selección
  • Desde el lunes Boris Sagredo está junto a otros tantos buenos para la pelota en el complejo deportivo Juan Pinto Durán.
Casi se queda abajo del avión que lo llevará a San Luis de Potosí en México donde enfrentará, representando a la Selección Chilena Sub 25, al combinado azteca de la misma categoría. Se preguntará ¿por qué?... “Es que no encuentro mi pasaporte”, dijo pocos días antes de comenzar la concentración, pero finalmente lo encontró y se embarcó con la Roja de Todos, donde espera jugársela al máximo para “aprovechar esta oportunidad que me están dando”, dice muy contento el menudo futbolista que llegó a O’Higgins este 2011 y que ha sido artífice de notables jugadas que hacen bajar los aplausos desde las gradas de El Teniente. Boris Sagredo tiene 22 años, es oriundo de San Felipe, donde dio sus primeros pasos en el balompié. “Yo jugaba en el colegio, en todos los torneos que podía y estaba en una escuela de fútbol, donde Héctor Rocco estaba de ayudante y él nos llevó a mí y a otro compañero a probarnos a Santiago”. Ahí comenzó su carrera y un largo periplo de altos y bajos que hoy comienzan a dar frutos positivos. Recuerda sus años de infancia y adolescencia que como casi todo futbolista no existen, pues deben dejar de lado todo aquello que genere distracciones. Para él, los años de cadete fueron difíciles y marcados por la soledad. Tenía apenas 14 años cuando dejó su querido San Felipe para partir a la capital, “al principio era complicado, se extraña a la familia y vivía en pensión con compañeros más grandes que a veces a uno lo molestan”, rememora con un tono de voz más bajo y medio quebradizo, que dejan ver la timidez que – a menudo- lo envuelve. Ha estado en Palestino, Iquique, Rangers y ahora le tocó ser parte del Plantel de Honor del Capo de Provincia, donde ha mejorado notablemente, convirtiendo goles que han dejado afónicas las gargantas celestes. Lleva el 21 en la espalda y se caracteriza por su rapidez y buen manejo del balón. Le gusta Rancagua, aunque “al principio se hablaba de los refuerzos, que yo venía de segunda, como que no se veía muy bien, pero siento que he respondido a las confianzas y estoy contento con todo, con la institución y en lo personal, porque tengo mi hijo y este es el primer año que puedo vivir con él y mi señora”. Y es que por estos días le sobran razones para estar contento. No sólo fue nominado a la Selección Sub 25, junto al central Luis Casanova, sino que su juego ha lucido mucho más este segundo semestre, cosa que le agradece a Miguel Ángel González, porque “El Mágico es buen jugador y se entiende bien con todos”. Aunque las últimas semanas han sido complejas, “El Pichón”, como le dicen algunos de sus amigos, sabe que hay que tener esperanza, pues “tenemos un muy buen equipo”. Además tiene fe y convicción en que “es posible darle una alegría a toda nuestra gente”. Los últimos minutos del encuentro ante La Serena fueron ingratos, tuvo en sus pies el segundo tanto para el Capo, pero caprichosamente el balón se quedó en las manos del papayero Gutiérrez. Su rostro lo decía todo, pues ahí estaba la chance de sellar el encuentro y dejar atrás las amarguras propias del fútbol. Hoy entrena en la Selección, donde espera tener una participación notable, pues tiene claro que lo que busca es “ir, aportar y tratar de quedarme, siempre buscar un segundo llamado o pelear algún puesto por ahí. Uno nunca pierde la esperanza, aunque en la Selección hay muy buenos jugadores”. Luego espera volver con aires renovados y nuevos conocimientos para entregar al Primer Equipo de O’Higgins, plantel con el que sueña “mínimo llegar a una semifinal, que es lo que conseguimos el torneo pasado”, porque tiene claro “que la gente se ilusiona con nosotros” y quiere responder a ese llamado.

 

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